EL GRANITO DE ARENA

XIXUPIKA Slow Center, espacio de Juego Libre: entrevistamos a Miren Alaña sobre este Centro Infantil Alternativo en Bilbao

“En las investigaciones cada vez se demuestra más que los niños aprenden mejor a un ritmo más lento, menos estricto y apresurado, más relajado y con más tiempo”
“En el sistema escolar actual se impone qué aprender, cómo y cuándo. El adulto enseña unos contenidos establecidos en el curriculum a todos los niños a una determinada edad, sin respetar los tiempos de cada niño ni sus intereses. No se plantea si están o no preparados. Esto va acabando con la motivación natural que cada niño tiene desde que nace por conocer y descubrir el medio que le rodea”
“Y lo que conseguimos es UN CLIMA DE TOTAL ARMONÍA Y RESPETO. Hay gente que se sorprende cuando entran y ven a cada niño en su juego, unos solos, otros acompañados, un adulto con un bebé en brazos, otro contando un cuento por petición de algún niño o asistiendo a un niño cuando su juego lo requiere… NO HAY GRITOS, NI AMENAZAS NI CASTIGOS. Se habla, se informa y se aprende tanto las normas como la resolución de pequeños conflictos que surgen entre los niños con la propia convivencia, desde el respeto, de manera natural”
“En Xixupika intentamos evitar los juguetes habituales que llenan las jugueterías, materiales hechos principalmente de plástico. Contamos con material de MADERA, telas de diferentes tamaños y texturas para diferentes tipos de juego, libros de diferentes temáticas (cocina, ciudades, animales, plantas, arte…) y no sólo cuentos infantiles. Utilizamos barro, sémola, agua en nuestros talleres. Incluso cuidamos los cestos y recipientes de los distintos materiales siendo todos estos naturales”
“Si yo fuera Consejera de Educación con presupuesto suficiente lo utilizaría en orden de preferencia, primero para que todas las familias que quieran puedan no escolarizar a sus hijos hasta los 6 años y contactaría con los centros alternativos existentes para darles capacidad legal y dotarles de subvenciones como al resto de centros. CAMBIARÍA RADICALMENTE LOS PROGRAMAS DE FORMACIÓN DE PROFESIONALES que atienden a niños de estas edades. Disminuiría las ratios en las aulas y ampliaría el número de adultos que asisten a los niños”
Miren Alaña Herrera


Continuar leyendo en El Blog Alternativo XIXUPIKA Slow Center, espacio de Juego Libre: entrevistamos a Miren Alaña sobre este Centro Infantil Alternativo en Bilbao

EDUCAR EN SÍES

Imitando la prosa de Carlos González, usaré dos ejemplos ilustrativos:

Pedro ha salido, paga en mano, a dar una vuelta por el barrio. De regreso, trae una pelota, varios cromos y un gran paquete de chucherías de las que está dando buena cuenta. Su madre le mira indignada: "en eso te gastas la paga, luego querrás un Gormiti, pues si no ahorras no sé cómo te las vas a apañar, por lo que es yo, no pienso comprarte nada. Tu sigue así, que tienes un agujero en las manos, que no sabes ahorrar ni planificarte el dinero". Pedro se acuerda del Gormiti y empieza a sugerir "pues ya mismo es mi santo, me lo voy a pedir", a lo que la madre responde que tururú y acto seguido estalla la discusión.

Susana quiere comprarse un juego de jardinería que trae su propio mini invernadero y semillas para plantar. Sus padres han pensado que esta es una buena oportunidad para que aprenda a ahorrar. Obviamente, el grueso del precio del juego recaerá en ellos, porque lo importante es que aprenda, no que les ahorre los cuartos, por lo que le regalan una hucha de cerámica que han personalizado con el nombre de la niña y un dibujo de un jardín. Al regalarle la alcancía le dicen a Susana: "la inauguramos nosotros, con tres euros, para que te quede menos por ahorrar". Susana lo apunta, por sugerencia de sus padres, en una nota que pega en el frigorífico, y todas las semanas (o casi todas) mete unas monedas de su paga. Algunas veces mete poco dinero, otras se le olvida, pero al final ha ahorrado bastante. sin embargo un día Susana decide romper la hucha y gastarse a tutiplen el dinero recaudado. Sus padres le preguntan por el invernadero y ella les dice que ya no quiere. Los tres juntos salen a gastar el dinero en lo que a Susana le apetece. Cuando la niña vuelva a acordarse del invernadero, los padres volverán a la misma estrategia, intentando siempre que cumpla, con el tiempo, con su propósito final.

¿Cuál de los dos niños ha aprendido algo? Desde luego Susana ha conseguido ahorrar, si bien no ha llegado hasta el objetivo final, pero conozco a más de un adulto que echa mano de los ahorros con una facilidad pasmosa. Imagino que Susana ha visto que ahorrando se puede uno permitir un capricho de vez en cuando, pero ésa no es la cuestión. La cuestión es que los padres de Susana han logrado más que los de Pedro, y además se han ahorrado el berrinche. Incluso aunque al final le hubieran comprado el juguete, estos padres están actuando positivamente: Sí al juguete, sí al ahorro, sí al derroche. La madre de Pedro, en cambio, no sólo no propone alternativas sino que niega: no ahorras, no hay juguete. 

Pedro no sabe ahorrar, lo mismo que Susana, pero a ella sí le enseñan, mientras que los padres del niño optan por el aprendizaje por ciencia infusa.

Mi reflexión va por ese camino: los padres debemos dar un paso atrás y mirar con perspectiva, porque donde habitualmente encontramos una fuente de conflictos hay escondida una oportunidad de enseñar. Y siempre que se enseña con el ejemplo se enseña dos veces. Querer que nuestros hijos actúen cuando no saben cómo es inútil y frustrante para las dos partes, porque el hijo quiere pero no puede, y el padre puede pero no quiere predicar con la enseñanza.

La clave está en los síes: uno debería proponerse a sí mismo decir tres veces "sí" por cada "no", sobre todo en lo que a niños se refiere, porque los no son una barrera con la que tienen que luchar que no les deja ver el camino, mientras que los sí tienen la mágica habilidad de hacerles receptivos a todo lo que quieras añadir. No sé si se ve muy bien la idea, pero me refiero a que Susana actuó como sujeto activo porque se le daba algo que hacer y un objetivo a cumplir, mientras que Pedro resultó ser el objeto pasivo de la ira de su madre, que no le había pedido que hiciera nada y, lo que es peor, el juguete resultó ser refuerzo positivo y negativo a un tiempo, en lugar de una meta u objetivo.

Dicho esto no puedo dejar de mencionar que indudablemente la perfección está muy lejos de ser una cualidad humana, de hecho, por más que uno lo intente de verdad es probable que el cansancio y la monotonía nos hagan perder los estribos o flaquear como ejemplo de virtud ante nuestro hijos.

Pero al menos hay que intentarlo.

CURSO PARA EDUCADORES

Se trata de un curso de educador familiar: intervención con familias en riesgo de exclusión social.

Toda la información la encontrareis aquí

BUENOS MOTIVOS

Me perdonareis por no actualizar el blog en tanto tiempo, pero he estado un pelín ocupada